La motivación primordial del centro es conseguir un entorno digno orientado al conocimiento y la búsqueda del bienestar de las personas que necesitan de ayuda profesional para gestionar momentos difíciles que generan sufrimiento emocional.
Conscientes de que todavía no disponemos de los mismos conocimientos sobre el cerebro humano, ni sobre sus disfunciones, como sabemos de los otros órganos y sistemas que componen nuestro organismo.
Sí sabemos que la emergencia de nuevas ramas de las ciencias del comportamiento ha generado un avance en el conocimiento de la conducta humana normal y patológica.
Así, disciplinas como: la neurociencia centrada en cómo el cerebro sustenta los procesos mentales, la psicopatología del desarrollo dirigida al estudio del impacto que las experiencias negativas tienen en el desarrollo del cerebro o la neurobiología interpersonal enfocada al estudio de cómo influye nuestro comportamiento en las emociones, en la biología y en los comportamientos de la gente que nos rodea.
Los conocimientos sobre los procesos básicos que subyacen a los trastornos mentales, así como el conocimiento sobre la plasticidad del cerebro ha abierto nuevas y esperanzadoras posibilidades, tanto para el diagnóstico, como para el tratamiento del malestar emocional y otros trastornos mentales.